
Entrevista aparecida en Marca:
- Estoy muy contento por  todo y sí, mi situación es otra muy distinta, aunque estoy preocupado  por el equipo. En el plano personal, desde que llegó el nuevo míster,  todo ha cambiado para mí y afortunadamente he vuelto a jugar.
 
- Manolo Jiménez, antes de comenzar  el entrenamiento, se me acercó y me dijo que confiaba en mí y que iba a  intentar darme una ficha para jugar. Así fue, yo tuve mucha paciencia y  ahora ha llegado mi momento de jugar, de ser feliz de nuevo. Eso es lo  más importante para mí.
 
- Yo me fui de vacaciones a mi país y estaba preparado para irme a  otro club cuando regresara. Hasta ese momento, aquí nadie me había dicho  que contaban conmigo, así que mi situación estaba muy clara. Pero  cuando volví a Zaragoza, el entrenador había cambiado, era otro, y  entonces empecé desde cero. El único que no me quería era Aguirre, pero  cuando llegó Jiménez y decidió contar conmigo, el club también apoyó  para que me quedara.
 
- Tuve una oferta del Brujas, pero el club ya no quiso dejarme ir porque  Jiménez me quería. Cuando no tienes ficha, lo que uno quiere es jugar  donde sea, así que yo estaba abierto a cualquier país, Bélgica o Rusia,  daba igual. Además, empecé a ponerme nervioso, quería jugar, pero ya ha  pasado. Prefiero no mirar hacia atrás.
 
- Nunca estuve en una situación similar.  Iba a entrenar bien, tenía salud, pero sabía que no iba a jugar. Lo que  pasa es que me acostumbré a esta ciudad y a este equipo y no me apetecía  ir a otro. Por eso me quedé al final. Sabía que alguna vez habría un  cambio y por fin ha llegado. Ahora estoy muy contento, porque estoy  jugando, pero puedo decir que sufrí mucho. Lo positivo es que todo lo  que he vivido me ha servido para crecer como persona y mentalmente soy  más fuerte que antes. Además, he aprendido que ya nada puede  sorprenderme, ni en la vida ni en el fútbol. Fue una buena decisión la  de quedarme.
 
- Últimamente yo veía a Aguirre un poco  apagado. Me acuerdo cuando llegó el año pasado y cómo lo hizo, era muy  diferente a ahora. La verdad es que con Jiménez todo ha cambiado. Todos  los jugadores tenemos oportunidades de ser titulares, cada uno entrena  más fuerte y eso se ve en el campo. Los resultados todavía no han  llegado, pero sé que lo harán.
 
- La  verdad es que me fui dos veces a mi país y estuve entrenando muy fuerte.  Fueron meses muy duros, pero ahora ya estoy muy bien. Contra el Real  Madrid jugué los 90 minutos y me gustó cómo lo hice. Ayer vi el vídeo  del partido entero y pienso que voy cada vez mejor, aunque sé que hay  cosas que tengo que corregir. En el campo ya no se nota tanto que no  jugué seis meses. Voy cogiendo ritmo poco a poco y espero ir a más para  seguir ayudando.
 
- Yo  llegué aquí como un gran talento, todos esperaban mucho de mí, pero al  final fue muy raro lo que pasó. Mentalmente no estaba fuerte, empecé a  tener molestias, no hablaba español... No sé, pero fue todo muy extraño.  Mi segunda temporada fue todo mejor, pero este año tiene que ser ya mi  año. Estoy muy cómodo y me siento tan bien como en el Partizan. Por  primera vez me siento muy importante en el equipo después de dos  temporadas y media aquí y voy a ayudar a mis compañeros a muerte para  salvar al Zaragoza.
 
- les  estoy muy agradecido porque me han demostrado su cariño varias veces. Lo  que sucedió ante el Getafe fue inolvidable y me acordaré toda la vida  de ese día. Por eso, sé que tengo que dar más, mucho más de mí a la  afición. Veo que me quiere y me hace muy feliz.
 
       
- No había estado en una situación así. En el Partizan gané cuatro  títulos, pero aquí ya desde el principio he sufrido y sé lo que es.  Siempre ha sido así, aunque la situación actual es más complicada que  otras veces. Sin embargo, los últimos años también fueron difíciles y  nos hemos salvado en las últimas jornadas. Esperemos que ahora suceda lo  mismo. Yo estoy acostumbrado a jugar aquí y sufrir. Hay futbolistas que  también saben lo que es estar abajo, tienen claro cómo se sale y vamos a  ayudar a los nuevos para conseguir salvarnos todos juntos.
 
- El domingo tenemos que  ganar. Es nuestro partido y no podemos fallar. Con la actitud de los  últimos encuentros saldremos adelante, seguro.
 
 
- Hay cuatro partidos y en casa debemos ganar los dos. Después, fuera  intentaremos también sumar los tres puntos pero, sobre todo, no perder  sería vital. Ahora cada punto es muy importante. Tenemos que lograr 30  más y en los últimos años ya hemos demostrado que es posible. El fútbol  da muchas vueltas, como en mi caso, y si ganamos dos o tres partidos  seguidos, vamos a salir de abajo y nuestra moral va a subir.
 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario