SE INTENTÓ, SE LUCHÓ, PERO NO SE PUDO

Como bien expresan los medios, el partido que vimos anoche no concuerda con el resultado final del mismo, 4-0. Duro correctivo para un equipo que no se basó en echarse atrás, sino en irse al ataque tan pronto tuvo ocasión. El Real Zaragoza gozó de oportunidades, pero su efectividad, ya comentada en partidos anteriores, no es comparable con la del Real Madrid, además ayer Casillas realizó uno de esos partidazos que explican porque es el portero titular de la selección y de cómo ésta ha llegado tan lejos.

Jiménez sacó básicamente lo esperado, Roberto en meta, Abraham, Álvaro, Loovens y Sapunaru en defensa, José Mari, Apoño y Movilla en el medio, Montañés  y Víctor en las bandas y Postiga de delantero. La novedad fue el regreso de José Mari al once en lugar de Zuculini, quizás por motivo del bajo rendimiento en el partido de copa, o por la idea de tener más control en la media, de todos modos, la función del argentino hubiera sido ayudar a tapar la banda de Cristiano y éste salvo un lanzamiento de falta que estrelló en la madera no hizo mucho más.

Durante los primeros 20 minutos del partido el conjunto maño le plantó cara al Real Madrid, sus carencias eran notables, pero a nivel colectivo el cerco se estrechaba. Pero cuando más peligro llevaba el Real Zaragoza con un remate de Postiga y una internada de Víctor al que hubo que pararle con falta, no pitada por supuesto. Fue cuando seguidamente el Madrid abrió la lata, en un despiste defensivo de un saque de esquina, que tras parar Roberto el primer remate, Higuaín libre de marca dentro del área pequeña aprovechó el rechace para reventar el balón en la portería, 1-0 en el minuto 23. Pero esto no acabaría así, dos minutos más tarde Di María volvía loco a Abraham y consiguió forzar un remate desde una posición escorada, con tal fortuna que tras la parada de Roberto el esférico le volvió a caer a él para disparar de nuevo, 2-0 minuto 25.

Cuando ya parecía lógico pasar de este mero trámite y empezar a pensar en el Deportivo de la Coruña, el equipo comenzó de nuevo a subirse arriba. ¡Gracias Lolo por crear un equipo con suficiente orgullo para no rendirse!. Con el Real Madrid encerrado atrás acabó la primera parte y, del mismo modo, se inició la segunda.

Víctor fue el primero que tras el descanso obligó a estirarse a Casillas, seguidamente fue José Mari quien estrelló un balón al larguero, y por fin llegó el gol, pase de Movilla a Postiga que tras orientársela  con el control poco pudo hacer Casillas ante la precisión de su remate, gol legal que por supuesto no subió al marcador. Con esa decisión el equipo bajó los brazos, y salvo algún destello de Abraham, sólo quedaba esperar el paso de los minutos. Mientras en mi cabeza me venían los recuerdos de aquel España-Korea del mundial del 2002 con Camacho en el banquillo. Perdido en mis cavilaciones el Real Madrid anotaba dos goles más, uno Essien y el otro Modric de otro rechace de Roberto, con el 4-0 finalizó el partido. Y mientras el equipo se iba hacia el túnel de vestuarios, pensaba cuánto más necesitan el Real Madrid y el Barcelona para seguir siendo grandes en esta Liga, cuánto más…

Ayer vi a mi Real Zaragoza luchar una batalla perdida, ayer lo vi derrumbarse una y otra vez y, sin embargo, siempre lo vi de pie. Hoy me siento más zaragocista que nunca. ¡Gracias Real Zaragoza!