SE PIERDE, PERO LUCHANDO

Con una diferencia de 130 millones anuales de presupuesto televisivo entre los dos clubs, el Real Zaragoza necesitado de puntos salió a hacerle frente al F.C. Barcelona. Y a pesar de los chances del juego, no bajó los brazos, siempre arropados por una afición ejemplar que acompañó al equipo hasta el final.

A pesar de las bajas, Lolo no cambió el planteamiento, sacó a Roberto bajo palos, línea de 4 con Abraham, Paredes, Da Silva y Pablo Álvarez, trivote en el mediocampo con Pintér, Zuculini y Micael, Obradovic y Lafita como volantes y Aranda como delantero centro. Alineación en la que se vio de manifiesto que Zuculini tiene más ansias de jugar que ningún otro, más velocidad que Dujmovic aunque el posicionamiento del croata sobre el campo es una virtud que hace que no sea necesario recorrer tanto campo como el argentino, aunque también es verdad que se reincorpora menos al ataque. Donde si existe clara distinción es entre Micael y Apoño, el luso presiona mucho menos y desde atrás le cuesta elaborar el juego.  La delantera es donde aparece la otra variante, Postiga o Aranda, el malagueño es posiblemente el mejor jugador que tenemos a la hora de bajar el balón rechazado desde la defensa, protegerla con el cuerpo y buscar el apoyo de la segunda línea, pero no presiona tanto a la defensa como Postiga ni tiene su definición cara a puerta.

Empezó el partido con un Real Zaragoza con ganas de comerse al Barcelona, con la mentalidad de que se podría hacer algo grande en esa tarde noche de sábado. Con el equipo bien posicionado sobre el campo y con Zuculini muy atento a los pases rivales, la zona de creación del Barça no encontraba la eficiencia habitual en sus pases. Sin embargo el Real Zaragoza sin a penas pasar el balón por el medio campo creaba peligro sobre la portería de Valdes. En la primera ocasión Aranda no conseguía empujar un balón que Micael había metido en el área pequeña, después llego el penalti, donde tras no controlar bien un balón que acaba estrellándose al palo, Puyol le impide llegar al rechace. Quiso Aranda tirarlo, aprovechando la falta de Apoño, Luis García y Postiga en el campo, y lo tiró como nunca se debe tirar un penalti, a media altura y un poco ladeado. Pero por suerte, aún tendría otra más, un pase en profundidad de Álvarez le deja sólo contra el portero, siendo su disparo detenido por el guardameta blaugrana pero con la suerte de que el rechace le vuelve a golpear en la cabeza acabando el esférico dentro de la portería, 1-0 en el minuto 29.

Fue entonces cuando el Barcelona apretó, con un buen disparo que paró Roberto y un rechace que tras golpear al palo se fue a córner,  precisamente en ese saque de esquina llegaría el empate, Roberto sale de la cueva para intentar frenar ese balón que acaba cayendo a los pies de Puyol con el cancerbero batido, empate a 1 en el 35. Un par de minutos más tarde y tras estrellar el balón en l a cabeza de Alves, este cae al suelo, con tanto teatro que el día que le pase algo de verdad será tarde para asistirle, con Alves tumbado en el terreno de juego y varios jugadores parados solicitando echar el balón fuera, el jugador imagen de Nike, Leonel Messi, nos hace muestra de su Fair Play regateando a Da Silva y fusilando a Roberto, 1-2 en el minuto 38, gracias Turienzo por no parar el juego. Con la presión de perder la Liga el Barça de Pep pierde maneras. Antes de retirarse ambos equipos al túnel de vestuarios, Abraham es expulsado por doble amarilla y se adelanta al resto en su camino hacia las duchas.

La segunda parte empieza como acaba la primera, con una expulsión, esta vez a Jiménez que no podrá pisar la hierba del campo que tantas veces pisó como jugador y como entrenador,  tendrá que verlo como un espectador más del Sánchez Pizjuan. Y tras una mano de Keita dentro del área y un disparo de Obradovic que se pierde por encima de la portería de Alves, el Barça sentencia, en el 85 gol de Messi desde el punto de penalti y en el 90 gol de Pedro en una jugada preciosa ante un equipo desgastado por jugar con uno menos, o con dos menos según cómo se mire, casi todo el partido.

Gran imagen la que dio el equipo aragonés, que hizo todo lo que pudo para llevarse el partido aunque no fuera suficiente y especial mención a la afición que va a empujar a este equipo para que los 4 partidos que restan en casa se salden con 4 victorias.

Para mejor sabor de boca, el Villarreal cayó ante el Betis 3-1 en el Villamarín y seguimos a 4 puntos de la salvación. Próximo partido el Jueves a las 10 de la noche en el Sánchez Pizjuan frente al Sevilla.