POR EL BUEN CAMINO

Se sabía que el partido contra el Villarreal no iba a ser fácil, los resultados no acompañaban al submarino amarillo y tras la derrota contra el Napoles se iba a ver a un equipo con ganas de revancha en el campo, pero no se vio. Quizás porque el bloque de Aguirre cada vez es más consistente o porque el Villarreal no parece el equipo de años anteriores, sin Nilmar por lesión y Cazorla en las filas del Málaga, el equipo carece de esa determinación que acongojaba a defensas rivales, siguen conservando el toque pero Garrido no da con la tecla adecuada.

El conjunto maño se plantó sobre el campo con la alineación prevista. Roberto bajo palos, defensa de 4 con Paredes, Da Silva, Lanzaro y Efraín, Meira en el pivote y Ponzio como mediocentro, bandas para Barrera y Lafita, al canterano le dio tiempo de recuperarse de su lesión por lo que Juan Carlos volvía a sentarse en el banquillo esperando su oportunidad. Luis García en la media punta y Portiga de delantero.

En seguida se le vio las intenciones al Real Zaragoza, en el minuto 11 Postiga fallaba una ocasión delante del portero, el rechace del guardameta cayó sobre las botas de Luis García que probó una vez más los reflejos de Diego López.

El equipo parecía asentarse sobre el campo, Ponzio asfixiaba la creación rival, Meira en cambio, mantenía las distancias con su marcaje en vez de buscar más el choque, es verdad que el luso intimida en la media, pero le falta agresividad y el rival que se atreve a retarle a una carrera en seguida lo deja atrás. En ataque sus pases eran rápidos pero la mayoría imprecisos, uno de sus pocos pases premeditados consiguió superar a la defensa amarilla y dejar sólo a Luis García, que aunque algo escorado, remató con suficiente precisión el balón para que se colara en la portería rival. 0 – 1 en el minuto 34.

Por fin Paredes y Efraín cumplen con la misión de no perder de vista a su par, que no significa que no les regateen, la defensa está más estable, el mexicano incluso se empieza a incorporar al ataque con criterio. Da Silva realizó un partido increíble, cortó todos los balones que podían ocasionar peligro. Lanzaro aprovechaba su velocidad para salir más a menudo de la cueva, al jugador que se escapaba de Meira tenía que enfrentarse al italiano, en una de esas acciones vio la primera amarilla el defensor. Minutos más tarde, en el 40, de un saque de esquina llega la jugada polémica del partido, un remate acrobático acaba en penalti. Buenos ojos los del árbitro que vio lo que nadie vio, ni verá. El lanzamiento tuvo que repetirse una segunda vez, Rossi no se había leído el reglamento que llevamos desde hace dos años y tras hacer la paradinha vio la merecida amarilla, pero a pesar de ello convirtió el gol del empate a lo Panenka.

A escasos minutos de que llegara el descanso, la velocidad de Barrera y su insistencia durante toda la primera parte hallaron su fruto en el minuto 45, en la primera contra que hubo tras encajar el tanto, Barrera se adentra en el área y de un derechazo bate de nuevo al portero, para volver a ponerse por delante en el marcador, jugada iniciada por otro pase rápido de Meira. 1 – 2 y al descanso.
 

Se reanudó la segunda mitad, el Villarreal apretaba y el Zaragoza daba su habitual paso atrás, un balón chocaba en el larguero del conjunto maño, tenían que llegar los cambios. Aguirre metió a Micael, pero con la lección aprendida, no retiró a Ponzio, sino a un cansado Lafita poco afortunado en la tarde de hoy. Se posicionó a Luis García en banda y Micael en la mediapunta, donde él sabe desenvolverse, pero no convenció, tiró cuando debió pasar, remates flojos, sin acierto, el acierto hubiera sido pasar a Barrera. En la siguiente jugada Barrera se lo dejó claro, pudiendo pasarle el balón no lo hizo. Micael tomó nota y empezó a abrir el campo. En una de las internadas de Barrera, el mexicano colgó un centro raso al área que la defensa con dificultades consiguió desviar cuando Micael ya preparaba el golpeo.

El siguiente cambio fue Juan Carlos por Luis García. El asturiano lleva un mes en el equipo, pero parece como si fuera de la cantera, lucha cada balón y corre hasta llegar al último aliento. El madrileño no tuvo uno de esos balones en condiciones que le gustan y no pudo hacer ninguna de sus galopadas, se dedicó más a apoyar a Paredes. Barrera cansado y algo tocado también se retiraba del terreno de juego por Zuculini. El argentino se posicionó como interior derecha y de nuevo el equipo dio un paso atrás.

Los últimos veinte minutos del partido fueron un continuo agobio para la meta zaragocista, Roberto lo paraba todo. A este ritmo creo que veremos al guardameta en la Eurocopa, por difícil que parezca. Para colmo, la expulsión de Lanzaro complicaba más la situación. El empate del Villarreal llegaba en el 84, un despiste de marcajes en un corner y Hernán Pérez remataba de cabeza solo.

El Real Zaragoza no se rindió y tras una gran jugada de Zuculini, Postiga remataba fuera una gran oportunidad. El luso domina todo el posicionamiento táctico, un ejemplo es como mueve a la defensa en los dos goles blanquillos, pero tirando a puerta está negado, salvo cuando lo invalida el árbitro. Con empate a dos se acabó el partido.
 

Tras el partido es momento de sacar conclusiones, el equipo parece que va mejorando y que aún puede dar mucho más. El equipo no se vino abajo tras encajar el gol. Los jugadores van ganando confianza, a los laterales se les ve más seguros, me gusta el descaro que va mostrando Barrera en el campo, intentando desbordar una y otra vez a su marcaje. Hasta tenemos banquillo. Pero el empate no lo veo justo, no quiero hablar de arbitrajes, es el cuarto penalty en 6 partidos y en este sigo buscando el contacto. La mayoría de nuestras faltas han sido bien pitadas, pero pitarle sólo tres al equipo local en un encuentro trabado en determinados instantes de partido y tras ver como frenaban la galopada de Juan Carlos..., vamos que no quiero pensar mal. Próximo partido el Domingo a las 4 contra la Real Sociedad y ese sí que lo vamos a ganar, aunque el colegiado no quiera.