ARTÍCULOS RINCONEROS # 13

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Ésta semana es Alejandro Minguillón, amigo twittero del Rincón, quien nos ofrece un recordatorio del origen de la inquina entra Osasuna y Real Zaragoza.

 REAL ZARAGOZA-C.A.OSASUNA, ¿PARTIDO DE HERMANDAD O DE ALTO RIESGO? 

Corría el año 1957, cuando nuestro Real Zaragoza y el C.A. Osasuna de Pamplona se encargaron de inaugurar el Estadio Municipal de La Romareda. Fue aquél un gran partido amistoso entre dos equipos y dos grandes aficiones amigas. Tiempos de auténtica fiesta cuando se enfrentaban, debido a la cercanía de ambas ciudades. Por ello, diez años después se repetiría dicho amistoso, pero esta vez para inaugurar El Sadar de Pamplona. 

Las dos aficiones participaban del fútbol en un ambiente de hermandad entre zaragocistas y osasunistas. Era tal la relación entre ambas aficiones aquellos años, que llegaban a desplazarse casi 8.000 personas de una ciudad a otra, con el objetivo de disfrutar de su equipo en una ciudad hermana. Zaragoza se llenaba de banderas rojillas y osasunistas vestidos de pamplonicas ocupaban las calles, coches de navarros llenaban la capital del Ebro… 

Al parecer aquel ambiente reinó hasta Octubre de 1987, cuando Roberto Santamaría, portero del Osasuna, recibió el impacto de una botella en su espalda, lo que originó cargas policiales y los primeros piques serios. Aquella sana convivencia había llegado a su fin, para dar paso poco a poco a un odio entre ambas aficiones. Tiempo más adelante, se formó un grupo radical en el Osasuna, los Indar Gorri, según sus fundadores por el maltrato recibido en algún que otro desplazamiento y con el fin de acudir a partidos fuera de El Sadar. 

Por los años 90, el número de aficionados que iban de Pamplona a Zaragoza se redujeron a un millar. Desde entonces, sólo se recuerdan insultos cruzados, cánticos en contra de la Virgen del Pilar; peleas; apedreamientos de autobuses y demás dolorosos incidentes. En 2005, se trató de recuperar aquella relación entre clubes y aficiones, pero fue un intento fallido, ya que durante el partido se volvieron a repetir los cánticos insultantes y las pancartas en contra del equipo rival en Pamplona. 

La mala relación continúa y los incidentes se suceden, llegando a límites que bien podrían llegar a la tragedia. Así, el pasado año, una vez concluido el partido en Pamplona, el autobús del R. Zaragoza emprendió el viaje de vuelta a la capital maña, cuando circulaba por la autopista a unos 100km/hora se vio sorprendido por un duro impacto de un cilindro metálico de 400 gramos lanzado por radicales osasunistas. La violencia del impacto fue tal que reventó la luna de la puerta de acceso al autobús impactando en la tapicería interior del vehículo, resultando herido leve el copiloto por cortes ocasionados por la caída de cristales. Afortunadamente el conductor principal, mantuvo la calma y pudo frenar despacio, sin movimientos bruscos. Si el objeto hubiera impactado sobre el principal conductor, podríamos estar hablando de una gran tragedia. 

Este mismo verano, se jugó un amistoso en Tafalla entre Real Zaragoza y C.A. Osasuna, y horas previas al partido, seguidores ultras de ambos equipos, se habían citado por redes sociales para organizar una batalla campal en dicho pueblo navarro (utilizando sillas, botellas de cristal y los palos de las banderas) con el resultado de varios seguidores zaragocistas heridos. 

Veremos qué pasa en esta ocasión…. AUPA ZARAGOZA!! Un saludo!!!