LAS DISTINTAS CARAS DEL CLUB MAÑO

Se empezó la concentración con muchas bajas y teniendo que subir gente del filial, llegaron Abraham y Oriol, Juan Carlos y Mateos y posteriormente Efraín Juárez. Con un equipo sin creación se puso a Pintér como organizador y a Paredes de central. Con el 5-4-1 impuesto inicialmente, el centro del campo no conectaba con la delantera y la defensa dejaba mucho que desear.

Pasan los días y llegamos con casi la pretemporada vencida, Contini se ha ido, Lafita está más fuera que dentro, se hablan de las salidas de Uche y Obrádovic, se rumorea una posible marcha de Doblas y seguimos sin saber que pasa con Leo Franco, pero todo apunta a que no nos libraremos de su ficha. En el apartado de altas, vuelve Roberto creando la polémica de ciertos medios, se incorpora Zuculini cuando en un inicio no era una posición prioritaria, viene Fernando Meira y se ficha al tan ansiado organizador, el portugués Rubén Micael que antes de hacernos eco del posible interés del club ya estaba pasando el reconocimiento médico en Madrid.

Sin Micael pero con Meira y llegado Da Silva de la Copa América, Aguirre empieza a probar el 4-3-3, subiendo a Abraham al doble pivote y devolviendo a Paredes su posición de lateral, transformando a los carrileros en laterales para un menor recorrido y unas funciones más defensivas. No abandona tampoco el esquema de los 3 centrales, sentando a Paredes en detrimento de Meira.

Con las nuevas incorporaciones el equipo gana mucha capacidad defensiva, careciendo de rapidez pero con hombres expertos y bien posicionados. Los hombres de ataque pueden jugar con una mayor libertad pero siguen sin llegarles balones.

Al venir Micael, el equipo se transforma, por fin hay un jugador que quiere la pelota y sabe que hacer con ella, pudiendo abrir a las bandas o conectar con el delantero. Lo que hace modificar el sistema en el habitual 4-4-2 (aunque realmente es un 4-4-1-1). El año pasado los jugadores de banda eran más técnicos con Jorge López y Boutahar, salvo cuando jugaba Lafita o Bertolo que aunque su necesidad era estar más arriba, al tener que defender estaban obligados a empezar el ataque desde mitad de campo. Este año con la posible marcha de los cuatro jugadores y la llegada de Zuculini (más defensivo que Gabi) creo que Aguirre optará más por el 4-2-3-1.

Quedan 10 días para cerrar el mercado, lo que no significa que una vez cerrado no se incorporen jugadores en paro, aún encontraríamos nombres conocidos como Vicente o Tamudo sin equipo. Pero de lo que sí que se está hablando de aquí a final de mes es de cuatro posibles incorporaciones. La primera sería un 9, Hugo Almeida cada día suena con más fuerza, pero hasta que no lo veamos presentado es demasiado bonito para ser verdad. La segunda es Barrera, casi fichado según la prensa salvo por unos flecos más largos que el Camino de Santiago. Si los dos jugadores llegaran tendríamos un equipo con auténtica sensación de peligro arriba, lo que incomodaría más a nuestros rivales y les podría impedir incorporar más efectivos en ataque. Los otros dos fichajes de los que se habla, son un delantero más y un lateral derecho.

Personalmente, pienso que hace falta un organizador más, Kevin ha regresado al Zaragoza B y una posible lesión de Micael, como en su año le ocurrió a Matuzalem podría ser de resultados críticos para el equipo. La opción de Jonathan Dos Santos aún no se ha descartado aunque suena con menor fuerza, sino en algún año Kevin tendrá que dar el gran salto.

Para acabar destacaremos la curiosidad de que si vienen los jugadores que se pretenden, tendríamos una banda mexicana, una banda española, una columna vertebral portuguesa y un doble pivote argentino.