Sorprendió el Real Zaragoza tanto a aficionados como a rivales, jugando bien, con un fútbol rápido al primer toque, con Barkero en su posición natural, detrás del delantero, donde él hace daño. Y así lo demostró en el minuto 2 cuando de cabeza metió un balón al desmarque del delantero. Roger no perdonó y, antes de haberse sentado el público en sus butacas, el conjunto maño ya ganaba por 1-0.
El equipo se prensentaba en el Molinón con un once más acertado al que nos tiene habituados Paco Herrera, sin delanteros por bandas, mediapuntas en el doble pivote, ni experimentos raros. El técnico estableció un doble pivote con Acevedo y Paglialunga, destinado más a las labores defensivas para así ofrecer absoluta libertad a Barkero, de todos modos al veterano no se le olvidó bajar a defender, aunque sus intervenciones se contasen por faltas. La novedad de Cidoncha en detrimento de Álamo, también pareció cobrar sentido, estaba claro que el partido del Sporting podría convertirse en un correcalles y Cidoncha tiene más forma física para bajar a defender y posteriormente sumarse al ataque que Javi Álamo. El ataque lo completaban Roger y Montañés, omnipresentes en todas las jugadas. El delantero del Levante sigue fallando oportunidades, pero las tiene, a diferencia de Henríquez y mientras meta una de cada tres, el chileno deberá ponerse las pilas para que el técnico recupere la confianza en él.
En el aspecto defensivo, hubo fallos, aunque el equipo pareció dar la imagen de estar más concentrados que de costumbres, los sportinguistas, salvo en dos ocasiones, no remataron cómodamente en la primera mitad. Arzo, en su primer partido con la elástica blanquilla transmitió muy buenas sensaciones, aportando cierta seguridad, no podemos decir lo mismo de otros compañeros suyos en la zaga. Leo Franco, supo responder cuando se le solicitó, volviendo a realizar un gran partido.
La presión de los gijoneses hacía empequeñecer al conjunto aragonés. En el minuto 34 igualó el resultado Nacho Cases con un remate de cabeza, Diego Rico no supo reaccionar tras el recorte de Santi Jara y el jugador del Sporting pudo centrar sin oposición alguna.
La primera parte había sido emocionante, la segunda mitad no iba a ser menos. Nada más comenzar, el Sporting se adelantaba a los 5 minutos con un tremendo fallo zaragocista, Paglialunga retrasa con un mal pase el balón para Álvaro, el cual tampoco sale a buscarla, Sergio Álvarez se aprovecha y bate a Leo Franco en el mano a mano.
A partir de aquí, aparece la figura arbitral, no injustificadamente, pues las tarjetas de la primera parte fueron merecidas. Pero en la segunda parte, dio la casualidad que quienes realizaron las faltas eran los mismos jugadores que ya habían sido amonestados minutos antes. Empezó con la expulsión de Luis Hernández en el minuto 52 tras ver la segunda amarilla por tirar del pantalón de Roger. En el 68 la obstrucción de Iván Hernández a Montañés provoca la segunda expulsión. Y finalmente en el 80, Nacho Cases se retira tras ver la segunda amarilla por zancadillear a Víctor dentro del área, penalty dudoso que pitó el colegiado, Víctor dibuja su lanzamiento y el meta Cuéllar lo detiene.
Mientras, entre expulsión y expulsión, está el segundo gol del conjunto aragones, obra de Montañés, la jugada empieza en una falta sobre él que es sacada rápida para pillar por sorpresa a la defensa rival. Montañés acaba poniendo de nuevo las tablas en el marcador en el minuto 56, tras no desaprovechar un rechace de la defensa sportinguista.
El tercer gol del conjunto maño, ya contra un Sporting mermado con 8 jugadores, vendría de una buena jugada elaborada por la banda entre Álamo y Montañés, el balón le llega a Víctor que desde la frontal del área cede de tacón a Cidoncha, para anotar el 2-3 en el minuto 88. Pero aún habría tiempo para una más, en otra magnífica asistencia de Víctor, que Roger dispara alto.
Del mismo modo que a veces criticamos, esta vez debemos reconocer el acierto en los cambios. Abraham entró para sustituir a un desacertado Rico, Víctor, que ha vuelto al fútbol colectivo, entró en lugar de Barkero, a quien ya se le llegaba a ver justo de fuerzas. Y Álamo entró por Arzo, que se retiró agotado y con molestias.
Así que, a pesar de todas las complicaciones surgidas entre semana, el Real Zaragoza comienza el año 2014 imponiéndose a un rival directo con momentos de buen fútbol, aunque no debemos negar que el hecho de estar en superioridad numérica tuvo una fuerte influencia en el resultado.
Domingo, hora del vermut, la parienta que pasaba de mi interés por ver Canal + y me llevó de tournée para agasajar a mi estómago (como si estos días no hubiera sido suficientemente agasajado. Hoy comienzo mi "plan verano ideal" particular...). Para colmo, si a ello sumamos el estar en territorio hostil para los blanquillos, es fácil deducir que pude ver a trozos el partido. Casualmente, la última media hora. Y me llenó de desasosiego.
ResponderEliminarPensar que estuvimos diez minutos jugando contra tres jugadores menos y que nos permitíamos el lujo de fallar un penalty que nos hubiera puesto en ventaja me hizo pensar: "si estos son incapaces de ganar de esta manera, como el mandril y el farsa cuando les vienen mal dadas, apaga y vámonos". Menos mal que al final la lógica y el Real Zaragoza se impusieron, y ya dormimos en puestos de promoción.
De la labor arbitral prefiero no opinar porque ya digo que no vi todo el partido. Pero un partido con esas circunstancias puede sonar muy raro, sobre todo para quien no lo ha visto. Y oye, si terminamos por una vez jugando contra tres menos y eso nos sirve para ganar, y más en casa de uno de nuestros principales rivales para el objetivo, pues bienvenido sea.
Sólo veo una pega: la manera de conseguir esos tres puntos precisamente ante una de las aficiones que mejor me cae. De acuerdo, como afición son cojonudos, oiga, pero que para eso también influyen muchas cosas. Cuando pagas un abono, o una entrada, vas a ver un espectáculo, y los actores influyen mucho en tu ánimo. Si el espectáculo se caldea, los espectadores también. Pero eso no les quita el señorío, al contrario. Si hay que culpar a alguien es a los actores que consiguen lo que buscan. Y gracias a Dios que no mostraron en público lo que pasó en los vestuarios (o lo que dice Sandoval que pasó en los vestuarios). Para mí, los seguidores seguirán siendo gijonudos. De los jugadores tengo otra opinión.
Resumen: tres puntos para la buchaca, que es lo que importa.