Al igual que vimos contra el Huesca, el Numancia y contra varios equipos la temporada pasada, el Real Zaragoza no supo mantener su ventaja.
Empezó adelantándose en el marcador con un gol tonto, demasiado tonto para ser verdad, un regalo del portero que Lanzarote empujó en la propia línea. Igualó el Lugo antes de finalizar la primera parte, con un gol que empieza por la banda derecha y que Pedraza acaba rematando sólo sin oposición en la banda izquierda. Con el 1-1 los equipos marcharon al vestuario.
El Real Zaragoza comenzó la segunda parte con la misma filosofía que la primera, presionando muy arriba, con Morán y Zapater asfixiando la salida del balón y obligando al Lugo a sortear la pelota. En otra de esas agobiantes presiones vino el 1-2, robo de Zapater y Ángel, solo dentro del área, no desaprovecha el regalo. Minutos después, en el 58 llegaría el 1-3, en otra salida de balón de los locales, que tras la presión de Casado casi dentro del área rival, acaban sorteando el esférico, Cabrera despejando vuelve a mandar la pelota al área rival y Ángel, tras descolgar el balón, anota su segundo gol de la noche.
Es aquí, en el 59 cuando el Real Zaragoza cambia, Milla hace el cambio más sencillo de todos, el de Ros por Morán, titular por titular podría decirse. Sin embargo, el equipo baja su nivel, el cansancio se nota en los jugadores maños y el tudelano no llega a entrar en el partido. Sí que lo hacen los lucenses, que en 7 minutos realizan los tres cambios y se dedican a mandar balones rápidos y a abrir el campo aprovechando la frescura de sus reservas. El 2-3 llega en una jugada tonta, similar a la del penalti contra el UCAM, balón cruzado que deja pasar Cabrera y salida falsa del portero que deja desprotegida la meta.
Los cambios de Milla no llegan y el Lugo sigue empujando, hasta que en el minuto 73 le pillan la espalda a Casado tras una floja presión de Cani. Posteriormente el pase dentro del área, a bandeja para que remate el punta, es de estudio, dos jugadores del Lugo solos y sus respectivos marcajes un metro por detrás de ellos.
Con el 3-3 entran Wilk y Fran, el primero tenía que haber entrado mucho antes, ya con el 1-3, pero como el club no cuenta con él, no debía saltar al campo, para no demostrar su importancia en este tipo de encuentros. El segundo, sale para ocupar la posición de Lanzarote, como Edu García es el descarte, la única alternativa era sacar a un lateral a jugar de extremo, y evidentemente, el experimento no funcionó. Me sorprende que Milla, sabiendo lo que sabe, no se dé cuenta de que es necesario disponer de al menos un atacante de banda en el banquillo para las segundas partes.
Por otro lado, he de decir que me gusta el planteamiento que presenta el Real Zaragoza en las primeras partes, ahogando al equipo rival cuando éstos aún no han entrado en el encuentro. Con un poco más que se trabaje la defensa y algún refuerzo que debiera venir, podemos tener un equipo serio y con aspiraciones en la categoría.
Próximo encuentro, el domingo a las 20:30 contra la S.D. Huesca en La Romareda.
¡Siempre Real Zaragoza!