Es curioso ver como de los 19 puntos conseguidos 10 son fuera de casa. Más curioso es que en esos 8 partidos disputados fuera de casa, estén las visitas a Mestalla, al Bernabeu y al Nou Camp. Demostrándose que el Real Zaragoza es mucho mejor visitante que local.
Con la derrota de hoy, el Levante es el cuarto equipo de nuestra liga al que debíamos impedir puntuar en la Romareda y que se ha acabado llevando los tres puntos. Las derrotas frente a Valladolid, Getafe, Celta y Levante, dejan a entre ver esos puntos que podrían habernos hecho aspirar a cotas más altas. Pero a día de hoy, el objetivo es la permanencia y ganar en casa el pilar fundamental para lograrlo.
Tanto habíamos hablado en la previa de si Pintér o Paredes, pero al final no fue ninguno de los dos, el que jugó fue Goni. El canterano comenzó en el lateral derecho, lo que hizo desplazar a Sapunaru como central, perdiendo ataque por el costado derecho. Planteamiento sin sentido porque un central jugó de lateral y un lateral de central, las labores de Zuculini, que entre ellas está cubrir la espalda a su lateral, se vieron mermadas. Un desajuste defensivo completo, que con el disparo de Barkero en los primeros compases del partido ya se anunciaba por donde podía llegar el peligro. El jugador del Levante sólo es perseguido por Movilla sin que ningún central salga a su paso, en el momento que encuentra el espacio, prueba el disparo que acaba estrellándose en la madera.
Pero lo peor estaba por venir, un gol de circo, un balón suelto en terreno blanquillo, al que van Álvaro y Sapunaru, el primero se la deja al segundo para que despeje y el defensor rumano se queda clavado en el suelo sin recuperar el balón por lo que el balón sigue siendo del Levante, luego en el pase en profundidad a Rubén, Goni tampoco llega y Roberto se queda a media salida. Medio gol que regala el Real Zaragoza más medio gol que consigue el Levante, igual a 0-1 en el minuto 19.
Los fallos defensivos se repetían una y otra vez, los balones aéreos se paseaban por la portería pero por suerte la pólvora del Levante estaba mojada, porque no entró ninguno más. Y con eso acababa la primera parte, ¡ah sí!, se me olvidaba, Postiga probó los guantes de Munúa en una ocasión y en otra el árbitro no vio un penalti al luso, apenas llegamos más durante los primeros 45 minutos.
En la segunda parte Jiménez quiso cambiar la dinámica, sustituyó a un desaparecido Zuculini para darle minutos a Edu Oriol, con el objetivo de llegar más a la portería rival. Y es cierto, se obtuvo más ocasiones, pero todas fueron hacia los laterales de la portería, si hubiera medido un metro más por cada lado, hubiéramos anotado 5 goles en la segunda parte. Sólo Montañés disparó entre los tres palos, raso y al medio.
Como en la primera parte, también hubo jugada polémica en la segunda, esta vez más clara. Doble mano en el área que el árbitro no volvió a ver, ambas dudosas, pero posiblemente a nosotros nos las hubieran pitado en contra. Así que con el marcador de 0-1 inamovible, se llegó al final del partido.
Ahora es momento de reflexionar, ver los vídeos, analizar los desajustes defensivos, trabajar la eficacia a puerta y pensar en el siguiente rival, el Athletic de Bilbao, en el encuentro del sábado a las diez. El último partido del año, que no el último de la primera vuelta, puesto que aún faltan Betis y Atlético. Sigue quedando una victoria para obtener los 22 puntos con los que especulaba Jiménez en la primera vuelta, pero ¿contra quién la obtenemos ahora?.